Como manejar la rabia y la frustración en niños con autismo.
Los niños con autismo tienen dificultades diariamente con muchas cosas que los otros niños manejan de manera natural y a veces les puede causar una rabia y una frustración sobrecogedoras. Es inevitable que estos sentimientos les sobrepasen y a veces se expresan como agresión o rabia.
Nos encontramos con niños que pueden irse a cualquiera de los dos extremos: puede ser propenso al enfado o volverse extremadamente dócil. En el primer caso el niño navega entre la rabia y lo que puede parecer la provocación. En el otro extremo, puede parecer carente de ira, sin ningún tipo de provocación. A veces al mismo niño lo podemos encontrar en los dos extremos en diferentes días o en diferentes situaciones.
Estrategias a corto y largo plazo
El niño con autismo necesita aprender como reconocer y entender la rabia y la frustración en él mismo y en los demás, así como aprender a controlarlas. Lo último que queremos es que vea la agresión como una manera de manejar los problemas. No podemos permitirnos hacer la vista gorda. La violencia física es un asunto especialmente serio y puede ser muy peligroso.
Para abordar los problemas de frustración, agresión o enfado fuera de control, necesitas tener dos estrategias.
- Una estrategia a corto plazo que te ayude a manejar las situaciones explosivas en el momento en que se dan.
- Una estrategia a largo plazo que te ayude a entrenarle gradualmente, de manera que a la larga estas situaciones dejen de darse.
Los siguientes consejos están destinadas a ayudarte a manejar las situaciones de rabia y frustración cuando se dan – o aún mejor, para prevenir que se den, siempre que se pueda.
1. Empieza a actuar desde que es pequeño :Hay muchas razones para abordar los problemas que implican enfado y agresiones desde que son pequeños:
- Él es más fácil de manejar cuando es más pequeño que tu.
- Cuanto más tiempo se de este comportamiento, más patrones se establecerán y más difícil será romperlos.
- El niño puede ver la agresión como una manera de expresarse o de conseguir aquello que quiere.
- Le puede gustar la sensación de control que obtiene de esta conducta, ya que los puede tomar como un sustitutivo de la seguridad y aceptación que necesita.
- Si se hace una mala reputación, esto se puede convertir en tener problemas en cualquier sitio. La gente quizá no querrá tener su compañía y como resultado, él estará aislado y alienado. Si esto sigue hasta la edad adulta, se puede convertir en un gran problema, tanto para él como para aquellos que están a su alrededor.
2. Utiliza pasos para evitar una crisis: Recuerda: la prevención es mejor que la cura. No siempre es posible evitar una crisis, pero hay algunos pasos que puedes seguir para que las cosas no salgan de madre.
- Utiliza un código o signo que tu hijo entienda y que hayas introducido en otro momento, una imagen, un signo, una manera de entender la conexión que existe con esa sensación que queremos que entienda. Cada madre/padre deberá encontrar el vehículo más adecuando para que su hijo comprenda ese concepto y conecte con él. El primer paso para comenzar a reconocer y porteriormente controlar ese estado de crisis.
- Ofrece opciones es como preenseñarle herramientas después de introducirle ese código o signo anterior para resolver o por lo menos empezar a ofrecer recursos que le sean útiles en esta situación con nuestro soporte; respirar, caminar, coger algún material u objeto que sabemos le da esa sensación de tranquilidad que buscamos.
No saldrá a la primera, es todo un entrenamiento pero condicionarlo en un momento tranquilo hará que en el momento de crisis puedas conectar más fácilmente con él y adquira recursos con tu ayuda.
3. Prémiale por mantener la calma Haz de “mantener la calma” una meta específica. Cuando veas que está manteniendo la calma en una situación que para él es difícil, házselo saber y prémialo por eso, aunque sea con una pequeña cosa. Muchas veces estamos tan enfocados en las ausencias que olvidamos muchas situaciones que están normalizadas y suceden con tranquilidad y premiar esos momentos hace que ellos también sepan claramente dónde poner su atención.
4. Ten un Plan de Crisis Puede ser muy difícil manejar una crisis en el mismo momento en que sucede. ¿Cómo lo puedes hacer para controlar a tu hijo en un ataque de ira? Haz pasos y busca estrategias para manejar las situaciones de crisis a partir de ahora. Puede ayudarte escribirlos. Plantéatelo de manera realista. ¿Qué ha funcionado otras veces? ¿qué ha fracasado? ¿Hay algunas ideas nuevas que pueda probar? Tú eres las persona que más idea tiene sobre qué puede funcionar.
De estas ideas, haz tu plan de crisis. Esto os ayudará a ti y a tu hijo a saber por avanzado lo que sucederá y qué pasos vas a seguir si se da una “explosión”. Prueba tu plan de crisis y evalúa como funciona. Si es necesario, adáptalo y prueba cosas nuevas.
5. Corta estas situaciones desde la raíz: Cuando veas que se está desarrollando una situación que pueda acabar en explosión, no dejes que se alargue y córtalo. Tu firmeza dará seguridad y evitará que el se enrede en una situación que sea más compleja.
6. Estate calmado: Cuando las cosas se ponen tensas, no tires más leña al fuego. Dale la impresión de que su pobre comportamiento hace menos probable que él consiga lo que él quiere. Cuidado!! Intenta no reforzar estas situaciones pero tampoco negativamente sino con neutralidad porque su perfil a veces tiende a fijarse en ambos refuerzos y los dos harán que la conducta aumente.
7. Déjale jugar en una habitación vacía: A veces nos podemos sorprender cuando en situaciones donde el niño se pone violento, rabioso… la posibilidad de irnos y dejarle sólo a veces puede mejorar sus niveles de ansiedad cuando la gente de la audiencia se va puede rebajar la tensión de la situación.
Con el tiempo el manejo de la rabia y la frustración puede mejorar pero la necesidad de atacar pronta y consistentemente a estas crisis es estrictamente necesaria en nuestros niños que presentan grandes dificultades sociales y requieren de tanta ayuda. Démosles ayuda rápido y eficazmente para eliminarles el mayor número de barreras posibles y cuanto antes.
Cristina Oroz Bajo
Fuentes: Texto adaptado de “Educando a niños con Síndrome de Asperger: 200 consejos y estrategias “ (Brenda Boyd)
Deja una respuesta
Deja una respuesta Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *